Subamos a la Ola Esperanza, que crece; pero sin triunfalismo ni soberbia; aún falta lo decisivo
El frenteamplista quiere escuchar que va ganando. Es legítimo y explicable. Pero hay que decirle también que el partido no se ganó. No está ganado. De lo contario, es posible que pierda.
Las multitudinarias demostraciones de este fin de semana, la gigantesca caravana de Montevideo, varios actos de coordinadoras y sectoriales, y las grandes movilizaciones en el interior, le dan a los frenteamplistas una confianza y un entusiasmo que no tenían hasta ahora. Son estados de ánimo que se retroalimentan, que generan saltos cualitativos en el ánimo y la militancia.
Pero como todo lo bueno, puede tener también su arista peligrosa: el triunfalismo. Éste tiene consecuencias similares al desánimo: lleva a bajar la guardia, a pensar que el partido está ganado, a dejar que los hechos transcurran al margen de la acción de los protagonistas de la campaña.
Los protagonistas-y vaya un primer apunte- no son solo por dirigentes, militantes y personas que van a los actos. Son también las decenas y decenas de miles de generadores de opinión que, sin ser activistas sino simples ciudadanos, inciden en el voto de familiares, amigos, compañeros de trabajo o estudio, vecinos, allegados. Son personas que, aunque no participen en actividades políticas (a éstas no concurre más del 15 por ciento de la ciudadanía, salvo circunstancias excepcionales, como un cierre de campaña), tienen un grado de convicción suficiente como para argumentar ante otras personas e influir en sus decisiones electorales. Cumplen, aun sin proponérselo, una función de intermediación entre el Frente y el ciudadano que no sabe qué votar.
Este intercambio ciudadano, alejado de las estridencias electorales callejeras, de los bombardeos mediáticos y de la caótica actividad en las redes, va a ser una de las claves para que el FA mantenga el gobierno.
A esas personas afines al FA que no van a los actos pero conversan de política en el barrio, les debe llegar la fuerza de la Ola Esperanza, la de los que marchan con su bandera y la colocan en la casa o en el vehículo. Pero aunque ellos no practican esa exteriorización de su adhesión, también están ganando votos imprescindibles para alcanzar el objetivo.
Un segundo comentario: muchos ciudadanos indecisos o indiferentes o desinformados difícilmente se identifiquen con algunas manifestaciones de triunfalismo que pueden extenderse cuando se percibe, como ahora, que el FA crece. Tampoco van a ser ganados por las “bromas” por whatsapp, ni por los caricaturizaciones de los adversarios (que éstos agravien y mientan no significa que se les deba responder con las mismas armas). Esas cosas no les causan gracia a los indecisos, a los que han estado dudando. Y a los que hay que respetar.
Aprovechando lo que la militancia frenteamplista ha ido construyendo, con esperanza y entusiasmo, estimulados por lo que se está viendo y viviendo estos días, potenciándolo, es también fundamental no perder la humildad, el esfuerzo para dialogar con el que piensa diferente, para convencer y no humillar, para manifestar entusiasmo sin ofender.
Para decirlo vulgar y crudamente: si los frenteamplistas pizarrean, chau cuarto gobierno. Como suelen decir los jugadores luego de un triunfo que los acerca al campeonato: todavía no se ganó nada.
2121
Listas de Asamblea Uruguay
La entrega de listas ha pasado a ser tarea decisiva en los días que restan hasta el 27 inclusive.
Aseguremos una gran votación del Frente Amplio y Asamblea Uruguay. Daniel Martínez presidente, Danilo Astori senador y una gran bancada de la 2121 y sus aliados en cada departamento. Accedé en la nota en nuestra web:
http://www.2121.org.uy/novedades/noticias/item/1230-listas-de-asamblea-uruguay
